La Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas analizó 62 idiomas en
México y concluyó que 22 estaban sujetos a un rápido proceso de reemplazo, que
incluye grandes grupos lingüísticos como el otomí y el maya; mientras que otros
19 estaban en un proceso moderado de reemplazo, entre ellos las lenguas
indígenas más comunes en el país: el náhuatl y el zapoteca. Pero México no
tiene la exclusividad de este proceso de desaparición.
La mitad de los
idiomas que existen hoy en todo el mundo se extinguirá durante este siglo. En
el caso de América Latina y el Caribe, uno de cada 5 pueblos indígenas ya ha
perdido su idioma nativo: en 44 de esos pueblos ahora hablan español y en 55 lo
hacen en portugués.
¿Por qué desaparecen?
Las razones por
las que las lenguas indígenas están desapareciendo no obedecen estrictamente a
procesos lingüísticos como la (no) transmisión entre generaciones, el descuido
en el registro de las tradiciones orales o el contexto sociolingüístico.
Las causas que
más suman son aquellas que tiene que ver con sus niveles de pobreza, de
exclusión social; también por conflictos políticos, falta de reconocimiento
legal y eficiente de los derechos indígenas.
Con la
desaparición de las lenguas, merma su identidad, su memoria colectiva, pero
también existe un peligro que pasa desapercibido para muchos: una pérdida de
conocimiento que ha sido y será clave para el futuro de la región. “Con las
lenguas indígenas desaparecen inevitablemente un conjunto de conocimientos
ambientales, tecnológicos, sociales, económicos o culturales que sus hablantes
han acumulado y codificado a lo largo de milenios”, afirma German Freire,
especialista en desarrollo social del Banco Mundial y autor del informe
Latinoamérica Indígena del siglo XXI.
Comenta, por
ejemplo, cómo el conocimiento etnobotánica está codificado en la forma como los
hablantes de una lengua describen y clasifican la naturaleza. “Sin esa
información es probable que grandes aportes indígenas a la medicina, como la
quinina, que fue el primer tratamiento efectivo contra la malaria y aún hoy es
el tratamiento de preferencia para la malaria resistente, no se hubieran hecho,
pues ese conocimiento estaba asociado a lenguas indígenas del Amazonas”,
explica.
Los indígenas
están dejando de hablar sus lenguas, el mundo entero está perdiendo los beneficios
de seguir transmitiendo todo un legado de conocimiento y ¿qué se está haciendo
a cambio? Ofrecerles, medianamente, entrar en un sistema de educación que no es
de calidad; que no los está preparando para competir en el futuro.
“Solo uno de
cada tres niños indígenas habla la lengua de sus padres al terminar la escuela.
La razón de esto es que los sistemas escolares de la región han sido poco
sensibles a sus necesidades culturales y lingüísticas. Hace más de medio siglo
se viene experimentando con modelos de educación intercultural y bilingüe, pero
su implementación sigue siendo limitada”
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