El
desplazamiento lingüístico es uno de los estados anteriores a la muerte de una
lengua; esta problemática ha sido estudiada por disciplinas como la sociolingüística
o la sociología del lenguaje, sin embargo, estas aproximaciones se han limitado
a hacer inventarios de hablantes o de lenguas vivas, en amenaza o extintas, y
no han trascendido lo suficiente en lo que respecta al análisis de las causas del
desplazamiento o la muerte de las lenguas, mucho menos en su revitalización o
mantenimiento, puesto que su interés, por lo general, ha quedado reducido al
dato cuantitativo sin mayor exploración de las condiciones socio históricas de
los hablantes, sus lenguas o de las construcciones significativas que sobre
ellos se tejen.
No se
puede ver el abandono de una lengua en beneficio de otra como fenómeno natural
o de “evolución” de los grupos humanos porque las razones que obligan a los
grupos a usar una lengua diferente de la nativa no son naturales, son
provocados (no siempre planificados), y sobre todo obedecen a procesos de
dominación, de poder, de exclusión, de negación, de diferencia y de
desigualdad. En principio, una lengua no tiene más poder que otra, pues sus
estructuras fonológicas, sintácticas y semánticas no permiten que se pueda
hablar de una superioridad inherente de las lenguas.
“En
nuestro país son muchos los hombres y las mujeres que se avergüenzan, en la
gran ciudad, de las costumbres de su tierra. Trágicamente, el mundo está
perdiendo la originalidad de sus pueblos, la riqueza de sus diferencias, en su
deseo infernal de “clonar” al ser humano para mejor dominarlo. Quien no ama su
provincia, su paisaje, la aldea, el pequeño lugar, su propia casa por pobre que
sea, mal puede respetar a los demás. Pero cuando todo está desacralizado la
existencia es ensombrecida por un amargo sentimiento de absurdo”. Las
consecuencias de esta segregación se manifiestan de diferentes maneras como la
disminución de sus territorios tradicionales, el incremento de la migración y
sus nuevas residencias en las ciudades, la pérdida de la valoración social de
sus lenguas indígenas y la ruptura de la transmisión intergeneracional de estos
idiomas, desempleo, pobreza, etc. Esta segregación social también ha sido por
parte del gobierno, a través de la violación a sus derechos humanos y
lingüísticos, además que por omisión han dejado fuera muchas tareas
encomendadas por nuestras propias leyes.
La
filosofía indígena pone la atención en la integración social del individuo, su
individualidad se desarrollará a partir de su integración social. Recuérdese
que el ser humano es un ser racional social, Hay autores que aun suponen que el
colectivismo es el gran enemigo del desarrollo y la civilización, sin embargo
creo que si el ser humano se, individualiza entonces se deshumaniza. La
filosofía indígena también pone su atención en la unidad entre ser humano y
naturaleza. Ellos piensan que vivimos gracias a nuestra madre tierra. Mientras
la modernidad ve a la naturaleza como el reservorio del ser humano, que estar
ahí para satisfacer su capricho. El con su técnica puede hacer de la naturaleza
lo que quiera, puede manejarla a su capricho ya que es pura pasividad y el
espíritu es acción; por eso es que el espíritu es fundamental.
La
preservación de las lenguas indígenas como piezas de museo, la discriminación y
estigmatización, aun entre sus propios hablantes, y la descomposición social,
son algunos de los factores que han acelerado la desaparición de las lenguas
maternas entre los grupos autóctonos mexicanos, a pesar de ser el país con
mayor número de hablantes en el continente americano.
Muy buena información!
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